lunes, 2 de junio de 2008

El oceano, el barco y la niña.

Un domingo, de aquellos frios de invierno, sólo con mi pequeña hija de 2 años decidimos navegar por los 7 mares, juntamos 2 sillones en el centro del living de tal manera que quedaran espacios al rededor y nos subimos a este barco imaginario. Primero avistamos ballenas a grandes profundidades, bueno yo nos las veia, pero AnitaPaula sí, ella me decia que estaban tristes, pero por poco tiempo porque cerca había un banco de peces payaso y se solucionaría. También encontramos peces globo, pulpos, delfines, y peces fantásticos como un pez perilla y un pez camión. Este barco en el centro la alfombra funcionaba con remos, asi que con AnitaPaula avanzamos por infinitos oceános con monstruos gigantes y naves piratas que nos querían atrapar.

La imaginación, la bella imaginación, que nos lleva por caminos hermosos y que con el pasar de los años nos deja tirados en la vereda, o al revés nosotros la dejamos por otras nimiedades que si bien son importantes hacen que desaparezca, ese domingo me sentí niño y realmente navegué con AnaPaula por mares desconocidos y me reencontré con la magia y el sentido del ser. Lo único que no se vende, permuta o encarcela es la capacidad que tenemos de imaginar, imaginemos tierras, mundos, universos, imaginemos la armonía del ser, imaginemos gobiernos eficientes y autoridades al servicio del bien común. Porque imaginar es como la esperanza.

Imaginar es proyectar al ser, es querer el futuro, es aferrarse al devenir. Es esa capacidad "humana" tan radical que conmueve y pasa habitualmente desapercibida y que nos puede ayudar a encontrar los caminos para liberarnos de la estructuras mentales obsoletas, cambiar pardigmas que parecen inmutables. Imaginar para crear o para recrear, somos parte del universo infinito, y este barco debe llegar a algún puerto, y si no existe puerto imaginemos uno y construyamoslo.

Al parecer cuando niños nos bajamos del barco y fuimos despojados de la capacidad imaginar como niño. No se en que momento de la historia del ser pasó, pero si se que lo podemos recuperar....